ADIÓS CABALLITO
Y LE DIJIMOS ADIÓS...
Y es que teníamos hasta un caballo gigante de hierro en nuestro huerto. Nos encontramos con un problema: ¿Cómo sacar esta armadura tan grande y pesada por la puerta tan estrecha?
Al final, después de varios intentos y darle a "coco" pudimos sacarlo perfectamente. La solución estaba en encajarlo de la manera adecuada.
Una vez fuera lo llevamos a descansar al punto limpio de nuestro pueblo.
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